The Good Life

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

Cuando me miro en el espejo, no puedo creer lo que veo. ¿Quién es ese tipo tan peculiar que me mira de vuelta? Me siento roto, derrotado, ni siquiera puedo moverme sin un bastón de anciano. Caigo y golpeo el suelo. Tiritando de frío, amargado y solo.

Perdona la queja, no debería quejarme. No debería sentir, porque sentir es dolor. Todo lo que necesito me es negado, y todo lo que quiero me es arrebatado. ¿A quién puedo culpar? Nadie más que a mí.

No quiero ser un viejo más. Han pasado uno o dos años desde que estuve en la pista, sacudiendo el trasero, haciendo el amor toda la noche. Es hora de volver a la buena vida. Es hora de volver, es hora de volver. Ni siquiera sé cómo me desvié del camino. Quiero volver, ¡sí!

¡Al diablo con esto, ya basta! No soy el Sr. genial. Soy un cerdo, soy un perro, así que discúlpame si babeo. No voy a lastimar a nadie, no voy a armar un escándalo. Solo necesito admitir que quiero azúcar en mi té. ¿Me escuchas? ¡Quiero azúcar en mi té!

No quiero ser un viejo más. Han pasado uno o dos años desde que estuve en la pista, sacudiendo el trasero, haciendo el amor toda la noche. Es hora de volver a la buena vida. Es hora de volver, es hora de volver. Ni siquiera sé cómo me desvié del camino. Quiero volver, ¡sí!

Quiero volver. Ni siquiera sé cómo me desvié del camino. Es hora de volver. Ni siquiera sé cómo me desvié del camino. Quiero volver, ¡sí!

No quiero ser un viejo más. Han pasado uno o dos años desde que estuve en la pista, sacudiendo el trasero, haciendo el amor toda la noche. Es hora de volver a la buena vida. Es hora de volver, es hora de volver. Ni siquiera sé cómo me desvié del camino. Es hora de volver, es hora de volver. Ni siquiera sé cómo me desvié del camino. Quiero volver.