ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En medio de un dolor que no cesa, en un vaivén de respiración entrecortada, las lágrimas fluyen sin detenerse por ti, querida mía. El desconcierto se cierne, mientras la vida ha sido implacable. Y de repente, ahí estás tú, iluminando mi existencia con tu presencia. Eres la voz que da vida a mis sueños, el anhelo cumplido que abraza mi realidad con fervor. Corro hacia la luna en momentos de soledad, persiguiendo quimeras y anhelos, mientras mi corazón se enreda entre ausencias y miedos. En la penumbra de mis pensamientos, solo puedo percibir tu eco lejano, una chispa de esperanza en medio de la incertidumbre. Eres la luz que guía mis sueños, el peso que da substancia a mi existencia, una verdad irrefutable que se despliega ante mis ojos. En el vaivén de mis anhelos, persigo sombras efímeras, mientras el sueño se entrelaza con la realidad. Corro hacia la luna, evocando tu figura en cada paso, en cada latido de un corazón que anhela tu compañía. Y en la ensoñación etérea, compruebo una y otra vez que solo contigo puedo alcanzar la plenitud. Las opiniones se desdibujan en el horizonte, mientras mi mente se sumerge en un mar de incertidumbre. Pero aún en medio de la confusión, sigues siendo la musa de mis sueños, la melodía que embriaga mi ser. En un juego de luces y sombras, en un baile entre la realidad y la fantasía, sigo soñando. Sigo soñando, siempre contigo, mi amada musa de la etérea realidad.