ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En una fría y húmeda madrugada de noviembre, el cantar de gorriones está ausente, dejando solo vacío en qué sumergirse. Caí en un tobogán de invierno y me convertí en ese tipo de chico que se desliza por toboganes demasiado estrechos, apenas sacando a flote mis modestas cosas. Pero aprendí rápido cómo mantener la cabeza en alto porque sé que hay esta parte de mí que desea arrebatar el control al piloto y simplemente llevar todo este lío al mar.
Otro lento tren hacia la costa, alguna nueva y cruda obra de arte desde lo alto. Me hundo y luego nado toda la noche. Observo cómo el hielo se derrite en el vaso mientras los elocuentes jóvenes peregrinos pasan y dejan tras de sí su rastro, instándonos a todos a no fracasar.
Por supuesto, fui criado para reunir valor de esas altas y probadas historias, y si puedes, te sugiero hacerlo, porque este pensamiento moderno puede superarte. Esta simple lápida puede salvarte, tu mente tambaleante. El destino no es lo que tenemos en contra, no hay diseño, no hay defectos que encontrar. No hay diseño, no hay defectos que encontrar.
Pero aprendí rápido cómo mantener la cabeza en alto porque sé que tengo esta parte de mí que desea arrebatar el control al piloto y simplemente llevar todo este lío al mar.