ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Bajo mi cama, en medio de susurros y suspiros, me vi reflejada en un mar de recuerdos. Me encontré con sombras de ti, cada una más vibrante que la anterior, danzando en el rincón de mis pensamientos. Un aroma a nostalgia y deseo impregnó el aire mientras mis manos exploraban el polvo de hojas que narraban mi historia en tus manos.
Humberto, el artífice de caos y encantamiento, se paseaba libremente en el laberinto de mis sueños. Su figura imponente dejaba un rastro de inquietud y misterio a su paso. ¿En qué monstruo me has convertido, Humberto? ¿Qué relatos tejerás esta vez?
A través del tintineo de tazas de café en las noches de vigilia, me veo atrapada en un juego de desvelo y entrega. Un grito ahogado se escapa de mis labios, mientras Humberto despliega su magia oscura, tejiendo palabras que me embrujan y confunden.
Debajo de mi cama guardo el eco de un daño que se disfraza de engaño, un espejismo que amenaza mi cordura. Humberto, el mago de mis quimeras, el cuentacuentos de mi locura. En medio de este torbellino de emociones encontradas, me enfrento a la presencia constante de tus sombras, todas a pesar de mí.
Quimeras de ti, una sucesión de susurros y secretos que se entrelazan con mi ser, recordándome que en la oscuridad de la noche, incluso mis sueños más profundos están marcados por tu presencia inconfundible.