Se Nos Fue La Gilbertona
Teodoro Ruiz El Hijo Noble de NayaritANÁLISIS | SIGNIFICADO
La tristeza invadió la ciudad cuando partió la Gilbertona, tan popular en las redes por sus bromas y su desparpajo. A pesar de sus groserías, todos reían al escucharla, encantados por su forma única de hablar. La fama la abrazaba con cariño, pues su estilo peculiar la llevó a la cima.
El velorio fue emotivo y lleno de amor, con coronas y rosas que honraban su memoria. Un mariachi entonó sus canciones favoritas, y Pavel, su inseparable amigo de Culiacán, estuvo presente para despedirla. Incluso San Pedro seguro que sonríe al recordarla, con ganas de escuchar sus ocurrencias al llegar al cielo.
Ahora, en su descanso final, la Gilbertona espera pacientemente en la puerta celestial, ansiosa por dejar atrás un largo viaje y por fin hallar la paz. Su legado perdurará en la risa y el cariño de quienes la amaron y recordarán su espíritu único y entrañable. ¡A ti, Gilbertona, a ti!