The frozen

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En las calles, las chicas lucen tristes en este pequeño pueblo adornado de oro. ¿Por qué será eso? ¿No es este el pueblo de los sueños? Sí, pero tiene un precio. Es un lugar que nunca hace nada y aun así se lleva todo el crédito. Un lugar que promete mucho, pero nunca tiene nada que decir o a lo que preocuparse. Aquí no hay recuerdos, ni sueños propios, solo los sueños de otros.

En todo el mundo, se habla de un lugar que solo has visto en repeticiones, inmortalizado por sus vicios, y deificado por su carnaza. En los sótanos, garajes, estacionamientos, lotes vacíos, patios de escuela, coches de la ciudad, habitaciones traseras y más, los diamantes se crean a partir de expectativas y se fortalecen con una dieta constante de vidas simples y alfombras rojas.

La cultura es un chiste y la emoción es sangre en el agua. Los tiburones juegan juegos que no puedes comprender, pero igual acudes aquí, con dinero de la universidad y tarjetas de crédito, pasando una semana engañándote a ti mismo de que todo era cierto, solo para ver cómo se desmorona todo bajo la gravedad de la realidad.

Los ojos estrellados se desvanecen cuando te das cuenta de que nada está garantizado. Eres parte de la gran división, el elegido o el congelado. Ahora estás sin red, tu dinero universitario es una colección de deudas y tus tarjetas de crédito están en pedazos. Es hora de deambular por un paisaje despiadado. Este es ahora el escenario de tu película fallida, un sueño despierto reescrito sin tu permiso.

El verdadero brillo, el enfoque suave, la visión de telenovela es solo la retrospectiva de un mundo al que le han mentido. Tomaste una oportunidad, ¿no es cierto? Pero esta vez la oportunidad no jugó a tu favor, tal vez en la próxima vida. Y ni siquiera puedes ir a casa. Las chicas en las calles lucen tristes en este pueblo de cartón. No es de extrañar que lo único real aquí sea la tristeza. El oro es para los tontos y el paraíso se perdió, pero los hambrientos nunca se han preocupado por el costo.

Día a día caen como pétalos de rosa, como tinta que no se seca. Solo espero que alguien te salve antes de que te congeles. Realmente lo espero, porque las chicas están todas tristes en este pequeño libro negro. Si no me crees, míralas de cerca, si puedes.