Parte de Mí

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En 'Parte de Mí', Soledad Pastorutti nos lleva a un viaje por su tierra natal, donde la llanura extensa se convierte en su refugio de paz. Con ríos de cereales y la luna como testigo de su amor, se siente como una turista en las ciudades, pero su verdadero hogar es el sol que la vio nacer.

En este lugar donde no hay pavimento, sus sueños surcan el firmamento infinito, el horizonte se pierde en la eternidad del tiempo. Con su equipaje convertido en plumas y sus penas evaporadas, lo lejano se vuelve cercano en esa tierra que la acoge.

La sencillez y la alegría se encuentran en cada mate compartido y en cada sonrisa, donde cualquier motivo es suficiente para hacer reír. La tristeza se comparte y el vecino es parte de la familia, en esa belleza simple y auténtica a la que siempre regresará.

Soledad nos recuerda que, aunque pueda recorrer el mundo, su raíz la llama de vuelta, ese amor profundo que ha elegido como parte de su ser. El verde de su ventana representa su conexión con la tierra, con su piel, su sangre, su espíritu y su tradición, las cosas que lleva en lo más profundo de su corazón.

En cada vuelta a casa, en cada regreso a sus orígenes, Soledad encuentra su lugar, su parte de ser. 'Parte de Mí' es un canto a la identidad, al arraigo y al amor que nos define, incluso en la distancia y en la aventura, siempre regresamos a nuestra esencia, a lo que somos y lo que seremos.