Interludio

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En medio de la tarea de moler caña en su querido ranchito, buscaban a Baltazar para llevarlo al presidio. Los cazadores, expertos en la caza furtiva, sabían que capturar a un venado astuto era todo un desafío. A pesar de sus intentos, Baltazar les jugó una buena, escapando hábilmente de sus garras.

Solo aquel que lleva el morral conoce su contenido, por eso la autoridad quería llevarlo tras las rejas sin pruebas contundentes. Sin embargo, Baltazar les burló y se escapó en el camino, adentrándose en la sierra montado en su fiel caballo bailador, su compañero que lo acompaña con devoción en todo momento.

Desde lo alto de la sierra, contempla la belleza de Culiacán, con sus luces brillantes que destellan como estrellas en la noche. Anhela a sus amigos y a su amada, y se prepara para empezar la fiesta al ritmo de su conjunto norteño, celebrando el día de Baltazar mientras afina los instrumentos para entonar huapangos, corridos y canciones.

En medio de la celebración, Baltazar se entrega a la alegría de la música y el baile, recordando a quienes dejó atrás y disfrutando de la libertad que le brinda la sierra.