El amor

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

El amor, esa fuerza que nos impulsa hacia lo incierto, que firma los pactos de nuestras causas perdidas y comienza con dulces sueños para convertirse en insomnio. Es un acto de fe tan profundo que a veces parece mentira, un baile al compás de melodías divinas o diabólicas.

Es una guerra constante entre la pasión y la risa, una llave que abre el grifo de lágrimas en nuestros ojos, un tiempo que se desliza lento cuando más rápido parece avanzar. Se abre paso con paciencia, sin importar los obstáculos que se presenten.

El amor es la obstinación de aferrarse a lo inalcanzable, la búsqueda incesante de lo que creemos no encontrar en nosotros mismos. Un ingrato que nos eleva temporalmente para luego desplomarnos sin aviso, una dualidad que al final no es ninguna de las dos caras que mostró.

Es la hermosura que se alimenta de la tristeza, un invitado que siempre acaba por marcharse. A menudo parece brillar más cuando está en otra parte, en esas novelas que nos venden finales perfectos, pero a pesar del dolor no queremos dejarlo partir. ¿Por qué, entonces, no vemos sus defectos con claridad?

Nos impide expresar lo que deseamos sin recordarnos que nuestras acciones tienen consecuencias. Nos hace testigos del desfile de los restos de nuestros sueños, recordándonos su fragilidad y finitud.

El amor, con todas sus paradojas y contrastes, sigue siendo uno de los misterios más intrigantes de la existencia, una fuerza que nos impulsa a vivir, a sentir, a amar a pesar de todo.