Reloj: El Tictac de una Era del Rock Progresivo Argentino

En la historia del rock argentino, pocos grupos han dejado una huella tan indeleble como Reloj. Con su particular estilo que fusiona elementos del rock progresivo y del hard rock, esta banda ha capturado la imaginación de varias generaciones de fanáticos. Desde sus inicios en los años 70 hasta su recalentación en las décadas posteriores, Reloj ha pasado por altibajos, pero siempre ha logrado mantener su autenticidad y pasión por la música.

Fundación e inicios

Reloj se formó en 1971 en Buenos Aires, Argentina. Su alineación original incluía a Eduardo Frezza en el bajo y voz, Juan "Locomotora" Espósito en la batería, Luis Valenti en teclados y voz, y los guitarristas Daniel Telis y Manuel Febrero. Desde el principio, la banda se distinguió por su virtuosismo instrumental y sus complejas composiciones, elementos poco comunes en el rock argentino de esa época.

Primeros éxitos

En 1973 lanzaron su primer sencillo, "El mandato", que tuvo una respuesta positiva y les aseguró un lugar en la escena local. Pero fue en 1975 cuando publicaron su álbum debut homónimo, Reloj, que la banda comenzó a ganar notoriedad. ¡El disco fue un éxito rotundo! Canciones como "Vía libre" y "El hombre y el perro" se convirtieron en clásicos instantáneos, exemplificando su capacidad para mezclar letras profundas con una instrumentación compleja y potente.

Auge y consolidación

El éxito de su primer álbum les permitió abrir conciertos para bandas internacionales e incluso realizar sus primeros tours fuera de Argentina. En 1976 lanzaron su segundo disco, Reloj II, conocido también como El reloj que no cambia. Este álbum fue considerado una obra maestra del rock progresivo argentino, consolidando la posición de la banda en la escena musical. Temas como "Alguien más en quien confiar" y "Hacia el abismo" mostraron la evolución de su sonido, más refinado y audaz.

Desafíos y cambios

A lo largo de los años 70 y principios de los 80, Reloj enfrentó varios desafíos. Cambios en la alineación, diferencias creativas y dificultades económicas afectaron a la banda. Sin embargo, en 1983 sorprendieron a todos con el lanzamiento de La esencia es la misma, un álbum que incluía nuevas composiciones y regrabaciones de algunos de sus clásicos. Pese a los retos, la banda logró mantenerse al día, ayudada por la calidad y profundidad de su propuesta musical.

Resurgimiento y legado

Tras unos años de inactividad, Reloj volvió a la acción en la década de los 90, con nuevas presentaciones y lanzamientos. Este resurgimiento les permitió conectar con una nueva audiencia y revitalizar su carrera. En 1993, lanzaron Hombre de hoy, un disco que mezclaba sus raíces progresivas con toques contemporáneos, demostrando que la banda aún tenía mucho que ofrecer.

Homenajes y reconocimientos

Durante las dos décadas siguientes, Reloj continuó actuando y grabando, ganando el reconocimiento que merecían tanto en Argentina como a nivel internacional. En 2001, fueron homenajeados con un disco tributo titulado El tictac del rock, en el cual diversas bandas de la escena rock argentina reinterpretaron sus canciones. Este álbum reafirmó la influencia y el legado de Reloj en la música latina.

La etapa actual

En la actualidad, aunque algunos de sus miembros originales ya no forman parte de la banda, Reloj sigue activa con nuevos integrantes, continuando una tradición musical que ha marcado a generaciones. Sus conciertos son momentos de culto para los fanáticos del rock progresivo, y han logrado mantenerse relevantes en una industria en constante cambio.

Discografía seleccionada

• Reloj (1975)
• Reloj II (1976)
• La esencia es la misma (1983)
• Hombre de hoy (1993)

Impacto y legado

Reloj es una banda que capturó algo profundo y duradero en su música. Su habilidad para mezclar la energía cruda del rock con la sofisticación del rock progresivo les ha asegurado un lugar especial en la historia de la música argentina. Con cada tic-tac de su legado musical, Reloj sigue marcando el tiempo, recordándonos que su lugar en la historia está garantizado.