Ride The Wind

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En un mundo de corazones ardientes y calles de piedra, surgen guerreros modernos montando caballos de hierro cromado. Prueban lo salvaje, acarician el viento como algo nunca antes visto, dejando boquiabiertos a quienes los observan. Construidos de acero, alma y pecado, estos rebeldes nacen sin preocupaciones, en un constante vaivén entre el día y la noche.

Con carne pintada, lealtad y humilde orgullo, recorren distancias solo limitadas por la vista, compartiendo relatos entre viejos amigos marcados por cicatrices de batallas y soledad en bares. Vivencias interminables en noches de lluvia, donde se encuentran ojos cansados detrás de sonrisas falsas y damas adorables rodeadas de un millón de sonrisas.

En su búsqueda, desafían todas las verdades y mentiras, compartiendo historias de jinetes en el cielo, aquellos valientes que se atreven a volar donde las águilas y ángeles se aventuran. Montan el viento sin retorno, anhelando tocar el sol de medianoche, siendo el alma más valiente en pecado, ardiendo hasta que la noche finalice.

Así, en un constante periplo entre la realidad y la fantasía, estos jinetes modernos desafían los límites, danzando al ritmo de la libertad y la pasión mientras montan el viento, decididos a no regresar hasta alcanzar el horizonte de la media noche.