El Niño Del Tambor

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En el camino que conduce a Belén, se adentra en el valle cubierto de nieve un grupo de humildes pastorcillos ansiosos por ver a su Rey recién nacido. Con regalos en sus sencillos zorrones, entonan alegres 'Ropopompom' celebrando el nacimiento del niño Dios en un modesto portal belénico.

Con humildad, uno de los pastorcillos desea obsequiar algo que complazca al Señor, pero reconoce su condición de pobreza, teniendo solamente un viejo tambor como posesión. Así, decide honrar al Niño tocando vibrantes 'Ropopompom' frente al portal.

Marcando el caminar hacia Belén con su fiel y viejo tambor, el pastorcillo muestra con sencillez que no posee otro obsequio más valioso para ofrecer que el sonido amoroso y ronco de su tambor. Este canto de amor, expresado en 'Ropopompom', conmueve al Niño Dios, quien le sonríe al escucharlo tocar frente a Él.

Y con esa sonrisa como respuesta, el pastorcillo siente la dicha y la gratitud por haber podido regalar al recién nacido su más sincero y puro tributo con su tambor.