In These Walls

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En estas paredes, percibo tu presencia como un aire frío que se cuela, helándome hasta los huesos y la piel. Escucho tu eco por el pasillo, pero está vacío cuando miro adentro. ¿Quién te permitió entrar? Te mueves por aquí como si fueras dueño del lugar, pero nunca dices nada. Te sorprendí atravesando mis paredes como si fuera culpa mía. Creo que te dejé entrar.

Dijiste que nunca te escribí una canción, así que espero que esta te persiga. Afirmaste que aunque tomara para siempre, tú y yo estaríamos juntos. Nunca pensé que mentirías, así que admito que aproveché tu valioso tiempo. Admito que te aproveché todas las noches que estuve de gira e incluso en casa no te traté bien. Lo admito, pero no creas ni por un momento que permitiré que me convenzas de que lo que empezamos ha terminado, o por un segundo que no recibiría una bala en la cabeza por ti. Pintaría el suelo de mi habitación de rojo por ti, besado por un ángel, tocado por el diablo, sangre en la nariz tan roja como un pétalo de rosa.

Vivimos rápido, en el carril rápido, peleas en el taxi, noches bebiendo champán. El hielo lo hace durar, hielo para el dolor de espalda, con el cuchillo en el tablero, pipa en el cenicero. Y lo hacemos con las luces apagadas, rompiendo una lámpara, lo hicimos dos veces en la habitación, una vez en la matiné, oh. Ocultamos las heridas frescas como un apósito, con las rayas en los trajes negros para la campaña, oh. Qué tristeza. Rey del inframundo, qué nombre maldito, porque mató a todas las demás chicas en el marco maldito por una reina que nunca se dio cuenta de que tenía colmillos. ¡Dios! ¿Sientes lo que digo? Recibir un cuchillo en la espalda, querer sentir mi dolor, hacer un corte en la muñeca para revelar esas venas. Puedo ver tu rostro, hombre, me siento loco.

Nunca pensé que me sentiría así, un desastre cuando estás presente. Ya es suficiente, creo que me estás enfermando. Debo sacarte de mi sistema, sí. Es mi casa, creo que es hora de que te vayas, es mi alma, ya no es tuya. Es mi casa, creo que es hora de que te vayas. Sí, creo que es hora de que te vayas. ¡Sí, sí! ¡Sí, sí! ¿Oíste lo que dije? Tomar un cuchillo en la espalda, querer sentir mi dolor, hacer un corte en la muñeca para revelar esas venas. Puedo ver tu rostro, hombre, me siento loco. ¡Tomarlo todo, contenerlo todo, te arrancará el alma! ¡Hombre, me siento loco! ¡Sí, creo que es hora de que te vayas!