ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En la tranquila madrugada, acompañados por el canto de los gallos, tres hermanos emprendieron un viaje de dos jornadas montando sus caballos hacia la fiesta en el rancho del Pitayo. Antes de partir, su padre les dejó un consejo sabio sobre cuidar sus vidas, palabras que resonaban en las mentes de los hermanos. Pedro, preocupado por el ánimo de José Luis, le ofreció un trago de mezcal para alegrarlo, planeando divertirse al llegar al baile.
Al llegar al festejo, los hermanos se dirigieron rápidamente a bailar, ajenos al ominoso aura de muerte que los rodeaba, tal como su padre les advirtió cuando partieron. Antiguas rivalidades resurgieron entre los presentes, desatando un trágico tiroteo alimentado por el miedo y la cobardía de los atacantes.
En medio de la violencia, un anciano solitario, con escasas posesiones, cuidaba del rancho y tres caballos como única fortuna, visitando ocasionalmente las tres tumbas en el cementerio, sin esperanza alguna. La canción narra la trágica historia de los hermanos y la soledad de aquel que quedó para recordar lo que una vez fue.