ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En medio del cálido verano, la nostalgia se apodera al recordar aquel encuentro, ¿lo recuerdas? New Kids On The Block arrasaba con éxitos, pero la comida china no era su fuerte. Aunque lo que realmente emocionaba era ver a las chicas llegar en verano, luciendo sus prendas de Abercrombie y Fitch, casi como un deseo concedido. Sin embargo, ella se desvaneció desde aquel verano, sin dejar rastro.
El hip hop y la dulzura se mezclaron en aquella temporada, iniciando algo especial con la chica que llevaba el jersey del grandioso Larry Bird, el número 33. Cada momento juntos era como un zumbido de felicidad, una conexión única. Pero la partida fue abrupta, como si Macaulay Culkin no estuviera solo en casa. Surgió un profundo amor, pero ahora las palabras no fluyen, como si Michael J. Fox fuera Alex P. Keaton.
El recuerdo de melodías alegres, escapadas de la escuela y sonrisas conquistadas me transportan rápidamente a esa época dorada. Las risas, el baile y el amor se entrelazaban como los recuerdos de New Edition y la Candy Girl. Tu origen sureño, el amor por la música y la ausencia de tu padre conformaban tu historia, mientras yo intentaba ser como el valiente Paul Revere para estar a tu lado.
En un instante, como al recordar el sabor del color púrpura, la nostalgia me golpea con fuerza. Los juegos infantiles, los momentos de cercanía y las risas compartidas parecen tan lejanos ahora. Aunque creí que te había olvidado, la verdad es que aún persistes en mi mente, como una chica de Abercrombie y Fitch. Y así, en el vaivén del verano, algunas chicas se van rápidamente, mientras otras dejan una marca perdurable, como las playas al atardecer.
El ritmo hip hop sigue sonando, las chicas de verano continúan moviéndose al compás, y la melodía de esos días perdidos se repite una y otra vez. Un ciclo de veranos, de sonrisas y recuerdos, de amor y nostalgia, que perdura en el tiempo, como un robo de dulce miel en la bicicleta de la memoria. ¡Oh, verano inolvidable!