Otro Hombre (1 Samuel 10:6)

LETRA

Otro Hombre (1 Samuel 10:6)

Otro Hombre (1 Samuel 10:6)

Yeah…
La calle me forjó con odio, con hambre…
Pero cuando el Espíritu cayó sobre mí…
Todo cambió…
Ya no soy el mismo…
Ahora soy otro hombre…
Escucha…

Yo vengo de un sitio donde el miedo es rutina,
donde la vida se apuesta por menos de un kilo en la esquina,
donde un pana te vende si el hambre lo obliga,
y las lágrimas no se derraman, se guardan pa’ arriba.

Las noches frías, los sueños en ruinas,
el diablo hablándome en cada esquina,
pero algo en mi pecho latía,
como si Dios me llamara y mi alma entendía.

No lo vi con mis ojos, pero sentí su fuego,
me susurró al oído: "Hijo, ya es tiempo,
te quité las cadenas, te doy mi aliento,
deja el pasado, que vengo con un nuevo comienzo."

El viento sopló y mi piel se erizó,
las voces callaron, mi mente cambió,
caí de rodillas, mi llanto corrió,
y entendí que mi historia en sus manos quedó.

Ya no soy el mismo, algo en mí murió,
el Espíritu vino y me transformó,
ya no hay más cadenas, ya no hay dolor,
Dios me dio su unción y me levantó.

La calle decía que no había salida,
que el que nace en la sombra muere en la misma,
pero Dios no se rige por reglas de vida,
Él escoge a los rotos y les da una cima.

Me miran y dicen: "Tú no eres aquel",
que vivía con odio y sed de poder,
que andaba con fierro y un combo también,
pero ahora con Biblia los hago correr.

Porque el hombre que fui se quedó en el ayer,
ya no soy esclavo, soy libre, ¿lo ves?
No temo a la muerte, ya sé lo que es fe,
si Dios va conmigo, ¿quién contra este?

Me arrancó las heridas, limpió mi interior,
puso luz en mi mente, sanó mi rencor,
los que no me creyeron, ahora ven su amor,
el Espíritu vino y me hizo un mejor…

Ya no soy el mismo, algo en mí murió,
el Espíritu vino y me transformó,
ya no hay más cadenas, ya no hay dolor,
Dios me dio su unción y me levantó.

Yo vi a mi madre llorar por mis pasos,
yo vi a mis panas morir por balazos,
yo vi a la calle entregarnos abrazos,
que luego apuñalan y entierran los lazos.

Pero Dios no se olvida de aquel que está roto,
Él usa los valles pa’ hacernos más fuertes,
Él mira el que llora, levanta al que sufre,
Él hace del polvo guerreros demente.

No me hablen de calle, yo vengo de ahí,
pero el cielo me dijo: "No mueres aquí."
Me dieron la espalda, me hundí, me perdí,
pero Dios me buscó y por eso viví.

Ya no soy el mismo…
Él me cambió…
Las cadenas cayeron…
El Espíritu descendió…
Otro hombre soy…