Muy personal

LETRA

Muy personal

Nadie me convenció, no, no hubo necesidad,
fue tu poder, tu gran amor, tu innegable verdad.
En medio del pavor vi tu inmerecida piedad,
fue un llamado directo, algo muy personal.

Cien mil años solo es uno para ti,
igualmente se hace eterno un instante,
como aquel en que yo a punto de morir
invoqué tu santo nombre y me salvaste.

Y en aquella obscuridad de aquel abismo,
una nueva claridad surgió en mi vida,
con tu espíritu me cojiste en el bautizo,
haciéndome creer en ti con fe infinita.

Nadie me convenció, no, no hubo necesidad,
fue tu poder, tu gran amor, tu innegable verdad.
En medio del pavor vi tu inmerecida piedad,
fue un llamado directo, algo muy personal.

Alargaste en la tierra mi estadía,
provocándome la alegría y la de los míos,
sin cesar te doy las gracias cada día
por incluirme entre tus nuevos retimidos.

Soy testigo de tu gran misericordia,
de que tu tiempo no es el tiempo de los hombres,
y en un árbol no se mueve ni una hoja,
se hace tu santa voluntad, no lo dispone.

Nadie me convenció, no, no hubo necesidad, (no hubo necesidad)
fue tu poder, tu gran amor, tu iinegable verdad.
En medio del pavor vi tu inmerecida piedad, (inmerecida piedad)
fue un llamado directo, algo muy personal.

Si en algún tiempo tuve un encuentro contigo, fue algo personal,
o quizás muchos los movivos que me hicieron buscarte y mi vida entregarte.
No hay palabras para a ti las gracias darte
por lo que has hecho conmigo y darme este talento.
Sé que ahora estoy lejos, pero muy pronto vuelvo.
Es parte de tu palabra, yo creo en tus promesas,
en todo lo que has hecho y en toda tu grandeza.
Yo soy el fiel testigo de tantas bendiciones,
y cuando quieras me proclamo ante las naciones,
y seré la voz de tu mensaje delante de los hombres,
que eres el fuerte y poderoso ante todo los hombres.
Y con una espada de dos tiros quebraré las cadenas de los opresores,
y liberaré tus palabras, tu habla viva, la mente del cautivo,
en cada barra que ellos viven es tu bendito nombre. Amén.

Nadie me convenció, no, no hubo necesidad,
fue tu poder, tu gran amor, tu innegable verdad.
En medio del pavor vi tu inmerecida piedad,
fue un llamado directo, algo muy personal.

Nadie me convenció, no, no hubo necesidad,
fue tu poder, tu gran amor, tu innegable verdad.
En medio del pavor vi tu inmerecida piedad,
fue un llamado directo, algo muy personal.