Kintsugi
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LETRA
Kintsugi
No sé cuántas veces he empezado a escribir esto
He vuelto a nacer en tantos momentos
Que ya no sé quién soy, ni siquiera lo recuerdo
Los caminos siguen su curso en direcciones opuestas
Me perdí tras los impulsos y ¿qué más da?
Ya no importan las respuestas
Del todo a la nada, como una mirada efímera
Que se desvanece en un parpadeo lento
Mientras digo de nuevo "y ¿qué más da?
Y no sé si finjo que no me importa
Porque la verdad es más dolorosa
Que creer que estoy mejor sin ti
Y no me gusta mentir, pero a veces digo mentiras piadosas
Hoy... hoy quiero gritar y que explote mi alma
Desparramar las cenizas, el fuego y todas mis lágrimas
Mancharlo todo del color con el que se pintan las ausencias
Para limpiarlo todo después y poder ver
Con la misma mirada de inocencia
Con la misma mirada de inocencia
Vivo coleccionando errores, alguno de ellos ya no pesan
Las cicatrices de todo lo que dejé atrás
Me muestran aquello que no interesa
Yo nunca pierdo, tan sólo aprendo
Yo nunca pierdo, tan sólo aprendo
¡Yo nunca pierdo, tan sólo aprendo!
Yo nunca pierdo, tan sólo aprendo
Ya no sé vivir de otra manera
Pagando deudas, matando dudas en el eco del silencio
Quitando máscaras a mi verdad desnuda
Haciendo equilibrios dentro de lo imperfecto
En la cuerda floja de los sentimientos
Tuve que desvestirme delante de la evidencia
Ese espejo crudo que mata a las apariencias
Aprendí que sólo duele todo aquello que te niegas
Siempre puedes elegir, y yo elegí que ya no duela
Mastico y saboreo el amargo de la vida
Porque siempre me enseña todo lo que necesito
Me cansé de anestesiarme intentando sentir algo
Escribiendo lo que callo, vomitando lo que grito
Dolido con todos, dolido con el mundo
Sólo vivía dolido conmigo mismo
Y no hay dolor más puro, ni vacío más profundo
Cuando te pones enfrente de los ojos de tu abismo
Te solté con una mano, con la otra me agarraba
No tenía más opciones que apartarte la mirada
Me perdí en tus incoherencias sin saber que eran las mías
Cada beso de tus labios eran sal en mis heridas
Buscando razones, perdido en mis excusas
La noche más larga asesinó a todas mis musas
He pasado de las sombras a estar bajo los focos
El amor brotó del fango como una flor de loto
Aprendí a desaprender para aprender de nuevo
Todo el amor que doy es el amor que me llevo
He corrido sin sentido, sin saber muy bien a dónde
Con los pies descalzos, dejando huellas de sangre
Me comí tus caricias repletas de soledad
Ya no puedes darme nada más que sacie este hambre
Sólo cambié mi mirada, observé desde otro prisma
Y aunque pueda parecerlo, la vida no es la misma
No sabes cuándo empieza ni cómo ni por qué
Sólo sabes que nada es lo mismo
Dónde estoy, cómo llegué aquí
Es lo único que me preguntó
Nunca me sentí libre, pero me convertiste en tu esclavo
Fuiste el fuego que me dejó sin luz
Dejé atrás todo lo que amo
Arrasaste con todo, sólo dejaste cenizas
Abriste heridas tan profundas que hoy alguna todavía cicatriza
Todo perdió sentido, sobre todo las palabras
Te seguí hasta aquel lugar donde todo se ve borroso
Me dejaste ante tu puerta
Me dijiste "no la abras" sabiendo que lo haría
Sonrieron tus labios venenosos
Me volví adicto a ti, a todo lo que me dabas
Me volví adicto a ti y ¿qué iba a hacer si no me quedaba nada?
Me enredaste en tu telaraña
Con tus besos y caricias que engañan
Inmóvil, asustado, observado y observando
Entre miradas extrañas
Me vestí con tu piel, los miré a todos con tus ojos
Toqué la vida con tus manos
Odiándome ante el espejo, dejé de ser yo
Cargando culpas que no eran mías
Atado a un reloj de arena que no se movía
Viviendo en una realidad paralela
Esa que no se ve, pero créeme, se sentía
Peleando contra seres invisibles
Cometiendo errores imperdonables
Sólo cuando me detuve...
Pude escuchar aquel sonido casi imperceptible
Entre llantos y lamentos, gritos en el silencio
Eras la saliva con la que me atraganto
Mi voz, mi otro yo, mi propio desprecio
Me rendí ante tus encantos, me rendí ante el desencanto
Hace tanto tiempo que no sé cuánto
Me lo quitaste todo, me diste tanto
Bebí agua de tus labios con sabor amargo
Mis deudas en tus manos las pagué con recargo
Envenenado lentamente con todas tus promesas
Me comí tus pecados puestos sobre la mesa
No hay nada peor que una cárcel sin barrotes
Ni siquiera te das cuenta de que estás metido
Guardas tu mirada triste para que no se note
Y vas notando cómo se apagan tus latidos
Salté sin pensar al vacío de tus brazos
Y me dejaste el cuerpo entero lleno de arañazos
Escondiste el amor entre dolor y jadeos
Por ti maté uno a uno a todos mis deseos
Gritando en silencio, dime ¿quién me iba a escuchar?
Muriendo y matando en mi cárcel mental
Hasta que no pude más y llegué a mi límite
Y me vi interpretando un papel de títere
Ardiendo en un fuego que yo mismo encendí
Cuando me quité la venda fue lo único que vi
Mi piel, mis ojos, mi cara, mi reflejo
La imagen más dura que me devolvió el espejo
Atrapado en un dolor que llegaba a las entrañas
La mirada más cruda, pero que no engaña
Y por fin escuché a lo lejos mis latidos
Porque aunque bajé los brazos, jamás me di por vencido
A veces abrazamos a la vida de la forma más sincera
Cuando no nos queda más opción
Cuando nos hemos cansado de luchar
Cuando nos rendimos ante la realidad
Y es en ese preciso momento cuando ocurre el milagro
Me vi desnudo, siendo responsable de mi propio caos
Viendo cómo se tambaleaba mi mundo
Abriéndose grietas en mi mente
Cuando ya no habían más excusas
Tuve que arrodillarme ante lo evidente
Cuando por fin escuché a mi voz interior
Toqué el cielo cuando entendí que la vida no es una guerra
Toqué tierra en el momento de dejar de buscar y culpar fuera
Lo que no era capaz de hacer dentro
¿Cómo iba a matar a mis demonios
Si eran una parte de mí que querían ser escuchados?
Y yo sólo quería tenerlos lejos y apartados
Se convirtieron en monstruos por falta de amor
Por alimentarlos con angustia, indiferencia, con odio y dolor
Y claro que tuve miedo, no se nace sabiendo
Hoy sé que no cambias cuando quieres
Cambias cuando lo necesitas y no te queda más remedio
A veces se gana y a veces se aprende
Y si aveces se gana y aveces se aprende siempre se gana
El momento es ahora y siempre es ahora
Sólo tengo el hoy, ni ayer ni mañana
No hay premios ni castigos, tan sólo consecuencias
Cambié el foco de mi energía
Y apunté directamente al centro de mi esencia
Encontré a la luz abrazando a mi sombra
Y me enseñó que todo aquello que aceptas te transforma
Sé que el tesoro más grande se esconde tras mis miedos
Y aunque todavía no está entre mis manos
Ya la toco con mis dedos
En aquel final se empezó a escribir mi principio
Porque del caos siempre nace un nuevo inicio
Hoy sé que nada acaba si escucho a mi instinto
Me hice fuerte corriendo en mi propio laberinto
Una vida sin errores es una vida incompleta
Con el oro de mi fe adorné mis grietas
Vivo entregado a la existencia a pecho descubierto
Recibo lo mismo que doy con los brazos abiertos
Las grandes heridas hoy son sólo rasguños
Dime ¿cuánto amor te cabe cerrando los puños?
Ni el tiempo es tu enemigo y nunca curó nada
El silencio me enseñó lo que engañan las palabras
Y sé que fallaré, porque aprendí fallando
Y aunque volveré a caer, prometo no olvidarlo
Que todo está en mí, la vida fluye como el aire
Y que la fuerza de la ilusión no la para nadie
Soy lo que aprendí, todo lo que gané
Hoy sé que puedo volar, no hay nada que temer
Orgulloso de mí, porque hoy por fin sé
Que lo que me hizo llorar, me hizo sonreír después
Soy lo que aprendí, todo lo que gané
Hoy sé que puedo volar, no hay nada que temer
Orgulloso de mí, porque hoy por fin sé
Que lo que me hizo llorar, me hizo sonreír después
De lo único que no puedes escapar es de ti mismo
Y si te fijas bien, no existe nada más
Recogí las mil piezas en las que estaba repartido
Y como el niño que juega con su puzzle las empecé a juntar
Le dí forma a mi dolor, a mis alegrías
A mis penas, a mis victorias
A todo lo que fui, a todo lo que negaba
No hay nada más absurdo que negar la realidad
No hay nada más valiente que aceptar tu responsabilidad
Mirar dentro de ti, ver la belleza de lo imperfecto
Acariciar todas tus aristas, palpar cada uno de tus matices
Sólo abrazando a mis contradicciones
Pude encontrar mi coherencia
Y en el silencio vi la belleza de mis cicatrices
He podido volver a mirar con los ojos de la inocencia
Todo es perfecto, es lo único que dicen
Aprendí que sólo duele todo aquello que te niegas
Siempre puedes elegir, y yo le he que ya no duela