Honestidad

LETRA

Honestidad

Firmé el pacto conmigo mismo y aquí estoy de nuevo
Renací del fuego, vivo cara a cara con mi ego
Veo luces y sombras de lunes a domingo
Ahora sólo existo, exprimiendo al máximo mi instinto

Sé que nadie espera, y yo no espero a nadie
Sumergido en esta vida, observando cómo arde
Con los ojos bien abiertos y la mente despierta
Alejado del ruido eterno y de sus apariencias
Con los bolsillos llenos de sueños y experiencias
En cada nuevo paso despierta mi conciencia
Buscando la esencia de mi ser y la existencia
Desnudando mi alma como quintaesencia
Dejé de lado el querer comprenderlo todo
Me limité a sentir y hoy sé que el silencio es oro
Reconstruyo mis cimientos como un alquimista
Vivo la realidad como la mayor conquista
A dos pasos de la locura, tres de ser un genio
A cuatro de la razón y a cinco de mi premio
Que no es otro que la libertad de vivir sin miedo
Extrayendo de mi espíritu todo este veneno
Que te embriaga y te seduce
Es tan amargo como dulce
Vivo perdido entre cruces con atmósfera de azufre
Yo callo, pero no otorgo
Vivo haciendo oídos sordos
Y sé que acabaré al final convertido en polvo
En el mismo mundo, pero en distintos universos
Me hice fuerte superando más de mil momentos tensos
Y hoy todo lo que sé, es todo lo que tengo
Alimento al guerrero que me mantiene recto
Caminando descalzo en el asfalto me mantengo
Poniendo el corazón, no tiene precio, no me vendo
Con la fuerza de un volcán que no puede contenerse
Aferrado a esa cuerda que está a punto de romperse
He mirado al precipicio con los ojos de la muerte
Viviendo sin vivir, desperdiciando este presente
He puesto dinamita en los pilares de mi templo
Hoy abro las alas, despegándolas del suelo

Caminando descalzo en el asfalto me mantengo
Poniendo el corazón, no tiene precio, no me vendo
Con la fuerza de un volcán que no puede contenerse
Aferrado a esa cuerda que está a punto de romperse
He mirado al precipicio con los ojos de la muerte
Viviendo sin vivir, desperdiciando este presente
He puesto dinamita en los pilares de mi templo
Hoy abro las alas, despegándolas del suelo