Del Crepúsculo al Amanecer

LETRA

Del Crepúsculo al Amanecer

[SoRa]
Hoy hace unos mil años de la última vez que te vi.
Sólo eres un recuerdo de lo que quise y perdí.
Por ti elegí la eternidad a tu lado,
sin saber que soledad era lo que estaba esperando.

Decidiste querer ver ese último amanecer,
dejando solo una nota, un pedazo de papel.
Sabías que aquello pa' nosotros era igual a muerte.
Elegiste una vida mortal, cumplí mi miedo a perderte.

Ni siquiera pude llorarte, no pude hacer nada.
No podía acompañarte, pues la muerte me aterraba.
Me aferraba y me aferro a que todo sea un sueño,
un letargo, que despierte y vea que aún hoy te tengo.

Sé que es imposible, no hay sueño pa' los condenados.
Solo el tiempo detenido en una noche, sabe cuándo.
He buscado, intentando encontrar una parecida.
Es imposible, ella fue y será dueña de mi no-vida.

Por ti ya di mi vida, es por eso que estoy aquí.
Soy tu promesa incumplida, un cuento que no tuvo fin.
Ni lo tendrá, al menos, mientras exista este mundo.
Lo admito, por la noches no abrazaba igual mi orgullo.

Soy tuyo, no lo cambia la maldición en mis venas.
La sangre de Caín que por dentro me envenena.
Que vive instantes eternos acurrucada en mi ataúd,
cuando entrabas a mediodía esquivando rayos de luz.

Ahora abro los ojos y solo veo la oscuridad.
La soledad de nuestra especie, la muerte no va a llegar.
Sólo somos una sombra decadente, lo que fuimos,
así gozamos exiliados a la noche, a ser testigos.

Asesinos de un mundo empeñado en morir,
todo sería más llevadero si estuvieras junto a mi.
Melancolía, es lo que queda de mi humano.
El reflejo de un sentimiento que hace tiempo he olvidado.

Nuestro amor fue un pacto de sangre traicionado,
un toda la eternidad que sólo fue unos pocos años.
Un beso de despedida que no sé si fue soñado,
una promesa incumplida o una leyenda de antaño.

Aún no sé, tu nota no me lo explico,
ponía "gracias por esta noche" y luego solo un "adiós".
Me diste la inmortalidad, pero debía ser contigo,
solo una muerte en vida en este mundo herido.

Perdido, mis palabras se las lleva el viento.
Una aguja que no gira, está detenida en el tiempo.
Una estaca en mi corazón sería la cura más sencilla,
ver el sol una vez más aquel día que amanecía.

Pero sé que ésta es mi condena eterna,
seguir aquí esperando, solo, a que un día vuelva.
Ser la historia de amor más navaja jamás contada,
ser la última lágrima que vaya a morir en tu almohada.