Crisis
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LETRA
Crisis
[Alvinrow]
Tengo mie*** recorriendo mis pulmones,
sangre negra por las venas, penas y demás errores.
Cometí mas de millones, lo aposté todo en condones
Soy un puto muerto de hambre porque vivo de ilusiones.
En la calle me persiguen los fantasmas del pasado,
los amigos que me han dado de lado y las chicas que he amado,
fuimos uno ayer, pero el taller hace tiempo ha cerrado.
Las lágrimas del pobre sobre el suelo ya se han secado
Corazón abandonado, dicen: “tienes que ser fuerte”.
Pero nadie cuenta historias de soldados en el frente.
Soy uno de tantos de sangre caliente,
me debato entre ser inmortal por siglos o morir debajo un puente.
Me la juego todo en all in, si lo pierdo no es por ti,
es por mi dolor y mi resistencia hacia morir.
Amor y si llamas después olvida mi móvil,
deje huellas en el barro contaminado de Chernóbil.
Un yonki desintoxicándome de sus labios,
con su radio haciéndome una coraza de titanio,
¿a quién pones por testigo de tus actos? ¿A Dios?
Él no es bienvenido en este estadio, tía. Adiós.
Deje de creer en él, en ángeles y en alas,
ahora creo en lo que veo, en la gente que está en la sala,
el que está en las buenas y malas. Creo en pistolas y balas,
dame pico y pala, cavaré mi tumba. Viajo sin escalas
rumbo fijo al horizonte. He de perder el norte
pa’ encontrar la verdad y la luz, ¿sabes donde se esconden?
La humildad es al artista lo que al gordo es el deporte
y la entrada del cielo está prohibida sin un pasaporte.
¿Tú lo tienes? Busca bien, está en tu alma,
después de la tormenta no siempre reina la calma.
Tengo dos opciones: una es clavarte las uñas en la falda
la otra, llegar a casa borracho y pensarte hasta el alba.
Mantengo la fe en mi familia y no en un crucifijo,
descifrar lo que andas pensando se antoja un acertijo.
Sueño con amasijos de billetes, trabajo fijo,
mi padre escucha mi rap y piensa: “qué bueno que es mi hijo”.
Tengo deudas internas por lo que dicta el de la izquierda,
porque el cabrón se ha encaprichado con más de una cerda.
Me llamas pero antes de que lo coja ya me cuelgas,
la sensación de que mi ángel de la guarda sigue en huelga.
Yo atrapado en una espiral en la que giro y no paro,
mis quejidos son gemidos cuando escuchan el disparo,
los caminos del destino mis pies sabios lo esquivaron
entretenido entre tejidos que tus hilos han creado.
Aspirar a morir joven y escapar de este suplicio,
no sé ya de que me quejo. Soy un sufridor por vicio,
soy el ruido y el silencio de la habitación oscura.
Soy un muerto sin ayuda y un culpable mas del juicio.
Solo sé que la vida tiene un plan, no darme pan,
que el plato de comida no lo va a pagar un fan,
que no viviré rodeado de riquezas como un sultán
y que me temo que no voy a poder llevarte a Milán.
Cuando la luz se apaga, las dudas nacen.
El tiempo que invertí mal en ti sabiéndome el desenlace
que las guerras no siempre acaban en paces
y por más que lo intentes negar, mi motor morirá en un desguace.
Sigo preso en una cárcel que está hecha de humo y de huesos,
tu carne será presa de mi lengua de poseso.
La prisa mata a la musa, casi todos sus excesos
y su blusa no vive igual sin mi sonrisa y mis besos.
He lanzado la moneda al aire y me ha salido cruz,
aun sabiendo que no puedo con el peso de mi ataúd.
Es como sentirse solo estando entre la multitud,
es como llegar a viejo y haber tirado tu juventud.
Las tres y cinco de madrugada,
con la cartera vacía y la espalda llena de dagas.
Me odias o me amas, no conozco punto medio.
El remedio es el asedio a mi corazón que está en llamas.
Maldigo mi insolencia y mi ignorancia, mi existencia, mi arrogancia,
las pérdidas y ganancias, la poca fe que guardo en mis creencias.
Repudio tus fragancias y tu esencia, la distancia y tu presencia,
mis nudillos rotos de impotencia.
Rota mi paciencia, la voz de los esclavos el rey a golpes silencia.
Ansío una ambulancia de urgencia,
la muerte es tu sentencia,
mis nervios camuflados entre el alcohol y la violencia.
Mi mayor castigo, tú indiferencia.
Tú mayor castigo, mi inteligencia.
Guardado está el rencor del mal amor por mi exigencia.
Adiós amiga, que Dios te limpie la conciencia