Inestables

LETRA

Inestables

[Shoda]
Aún con barba de tres días, poco de lo que conser­vo.
Todo lo que toco se pudre.
Gabriel ya no se cuida, canutos, litros calientes,
la mie*** de siempre. No es alcoholismo, es cos­tumbre.

A mi madre le preocupa lo que fumo,
a esa zo*** con quién follo,
a esos cerdos lo que pienso, mandan señales de humo
pero hermano, ya hace mucho que crecimos. Deja el rollo.

A mí me preocupa mi colección de Clippers,
no si el culo de tu novia está rulando en Twitter.
Me importa que mi disco te salpique,
ya es jodido sacar la cabeza en mi ciudad para que aún lo compliques.

Un mal escaso, como necesario.
Cada vez hay menos gente que se baja al barrio.
Falta de inquietudes por pocos salarios,
sueños en las nubes que me dicen lo contrario.

Quiero comerme España a bolos,
sin ofertas de sellos por ver con quién colaboro.
He visto conciertos con más gente a fuera que afo­ro,
para que luego me vengan con que el Hip Hop es de todos.

Como si se acaba el día y no te fían más,
he llenado salas y las he visto vacías.
Personas sin cara que no saben escuchar
y ahora me comen la polla porque mis letras son mías.

Me bajo al barrio solo pa’ fumarme alguno
por toda esta p*** ansiedad que me come el te­rreno.
Una mente inquieta podría acabar con más de uno,
he visto a varios en el aire comiéndose el cielo.

Por cada corazón que he roto, jodí un pasado.
¿Tienes mi cara en esa foto? Yo la he tirado.
Brindo por la Monkas, por la hermana del Aguado,
mi familia y mis hermanos, menos por los que han volado.

[Alvinrow]
Rompiendo el hielo con la frente,
en el pasado pen­saba en el futuro y ahora resulta que es muy tarde.
Poner la otra mejilla siempre ha sido de cobardes.
Yo no me voy a quedar viendo como todo arde.

Seré parte por mi familia y mi sangre
y si tengo que robar, robo, pues lo prefiero a morir del hambre,
y si tengo que llorar, lloro hasta que manche el suelo,
ya soy rico, tengo mujer, padres, hermana y abue­los.

Pero no trabajo estable, ni estudio una carrera con salidas,
los besos de mi novia dan la vida.
Estoy harto de morder manzanas que ya están po­dridas,
escribiendo esto porque sé que donde duele inspira.

Preso de una cárcel de cemento, siento como Dios aprieta.
Tengo una noticia buena y otra mala,
la mala es que tú y yo compartamos planeta,
y la buena es que por suerte me he guardado un par de balas.

Muriendo al día, sufriendo de agonía,
aun no sé si viviré en una mansión o en la calle más fría.
Buscando un golpe de suerte, apuesto a la lotería.
Busco poner mi disco en lo alto de tu estantería.

Cuando estoy en el escenario soy Dios, cuando bajo un humano
con dos ojos, con dos pies, con nariz y con dos manos.
No te fíes de los que te llaman hermano,
cuando mueras vendrán a comer de ti, es como gusanos.

Tengo mil respuestas pero nadie las pregunta.
Se lleva el aire las palabras que guardo bajo mi tumba.
Especialista en hacer planes que se truncan
como el que dice por siempre y lo convierte en hasta nunca.

Hasta que el sol descanse pienso per­manecer fiero,
sabiendo lo que soy y lo que quiero, lo que tengo y lo que espero,
la movida es que en mi cuento no habrá finales felices
porque todas las perdices hace siglos se extinguieron.