Sé lo que persigo (Con Curricé y Newo)

LETRA

Sé lo que persigo (Con Curricé y Newo)

Pliego mis alas y levanto el vuelo.
Si me caigo me incorporo, son las normas de este juego.
Somos fichas en este tablero,
tan perdidas en sí mismas y tan frías como el hielo.

Ya no hay fuego que pueda calmar estas inquietudes,
Estructuras mal escritas en busca de latitudes.
Mi altitud es, todo lo que yo consiga.
Que la vida no es tan fácil y se pone cuesta arriba.

Pero, has de luchar que por eso existes.
Madurez no está en la edad, más bien en lo que resistes.
Si me viste llorar junto a los momentros tristes
es sólo que soy persona y como todas me derrumbo y... me levanto.

Me tropiezo mientras ando,
me equivoco de camino y pienso: "Miguel, ¿a qué estás jugando?".
Aún queda por aprender aunque sepa demasiado,
y es que incluso por saber no me sobra ni el pasado.

Cansado, porque son muchos latidos,
porque son tantas vivencias que incluso no lo asimilo.
Tengo mil carencias y me contradigo,
pero si algo tengo claro es que ya sé lo que persigo.

Y esquivo todo lo que viene en contra.
Organizo mis esquemas y al final se me desmontan.
Vivo ocupado sufriendo vaivenes.
Tengo a mi lado a esas personas que no permiten que frene.

Pasan los trenes y no me monto en ninguno,
sólo actúo si veo claro, sólo voy si estoy seguro.
Os lo juro, no me arrepiento de nada,
porque nada pesa tanto como morirte con ganas.

Cada mirada puede desvelar secretos.
No hay suerte en amuletos sólo en escapar de aprietos.
Insisto, la muerte viene hacia ti;
lo importante es el legado que se deja al existir.

[Estribillo]
Y cuanto más se escapa el tiempo
y escribo lo que vivo.
Siento más cada mometo,
ya sé lo que persigo.

En cada página dejé un recuerdo en blanco
para poder volver pasados los años y rellenarlo.
No me arrepiento pero sé que la cago
en varias pisadas mal pensadas y llenas de barro.

Y me callo porque el tiempo me enseñó
que las palabras siempre vuelven en tu contra y te desmontan.
Y si asiento sin pensarlo es porque sé bien lo que siento,
y un lamento sin su fundamento sabes que sobra.

No eches la culpa a la suerte si esperas al As,
porque volcar todo a una jugada puede salir mal.
Y si tú nunca das más no recibirás tu premio,
planta tus semillas para recoger tu reino.

No me lo creo, que se quede todo en esto,
en remar, remar y remar y ser mejor que el resto.
Si me pongo triste dame un beso y te aseguro
que si pongo esfuerzo no me tuerzo y salgo de este mundo;

de este mundo de locos pero también de soñadores.
Señores, no prendan fuego ni jueguen con ilusiones.
Hacen falta dos cojones y un buen plan que los respalde,
si nadie confía en ti tú no confíes en nadie.

Cojo aire y si hace falta retrocedo,
hace tiempo que olvidé el sentimiento de ser primero,
pero eso no me para ni me ha parado jamás,
porque la vida no es ser rápido, es aguantar el que más.

Y tú das y no recibes, tío, bienvenido al club,
no pierdas el tiempo con la gente que no ve tu luz,
sólo ponles una cruz para que no se te olvide
cuando subas alto recordarles quién es el que sigue.

Ya no busco las palabras que me hagan sentir mejor,
me las repetí yo mismo tantas veces que
ya estoy más que seguro de quién soy y de todo lo que escribo.
No me importa lo que pienses porque sé lo que persigo.

[Estribillo]
Y cuanto más se escapa el tiempo
y escribo lo que vivo.
Siento más cada mometo,
ya sé lo que persigo.

Sé lo que persigo cuando pongo esmero,
si me caigo me levanto, así consigo ser sincero.
Amo a mi abuelo que me escucha desde el cielo
y ya va más de media vida que no escucho sus te quieros. (Sí)

Sigo sintiéndome vacío,
obtuve depresión a cambio de olvidar esos momentos fríos.
Fueron tan duros que ya no confío ni en la persona que quiero,
así es la vida y me hago un lío.

Yo, a veces miro al horizonte y no encuentro nada
el sol se apaga y no sé dónde encederé la llama.
Nubes me ciegan y me amargan, ni Dios me salva,
voy sin coche pero todos me dan largas.

Esta presión es mi prisión, ya no creo ni en mí.
Decepción por ilusión, busco mi elixir.
Odiándome pero queriéndome, soy así.
Junto con estos tres luchando siempre hasta el fin.

Y ya cansado de hablar conmigo mismo
y no conseguir nada más que dar coba a mi egocentrismo.
Y ya sólo me queda destrozar mi mecanismo
y volar alto, tan alto que ni Dios sepa que existo.

Y hoy saldré a la calle en busca de la inspiración,
sé que ella es la que me entiende y da buen uso a mi razón.
Sin sentir rencor, mi virtud y mi pasión.
Vicio y ocio, no hay negocio, sólo arte de corazón.

Son casi las dos, sigo confuso en ese banco
mientras oigo aquella voz: "Venga bro, no es para tanto".
Mi colega me aconseja mientras me perturba el llanto,
que es un maldito traidor y su obsesión me está matando.

Y ya sólo me queda dar las gracias a los míos,
afrontar los desafíos. No fue fácil, aún me siento un crío.
Y como tal sigo actuando y así me protejo,
aunque sea muy diferente al mirarme al espejo.