Cuando llega el otoño

LETRA

Cuando llega el otoño

Caen las hojas de los árboles y las de mi libreta
porque no quiero grabar lo que más me atormenta.
El patio gris y maloliente que veo desde mi ventana
no es que incite mucho a llevar una vida sana.

Voy a ser positivo siempre hay motivos pa' seguir
y dudo que las noches duelan más de lo que ya han dolido.
Ser feliz tiene demasiado que ver con la psicología
y ya no tengo más autosugestión que ver pasar los días,
descontando los que faltan pa' tener lo que merezco
hasta que la primavera caliente cada invierno en que te mataría
por ser más fría que él y conjugar mal el verbo amar.

Septiembre puede ser muy cruel si ya no eres el chaval
que espera con ilusión el primer partido en el recreo.
Después del verano he estado añorando tanto eso que creo
que no podré volver a sentir aquel entusiasmo tan puro.
Hoy disfruto tu orgasmo pero estar alerta procuro.

Nunca se sabe cuándo volverás a marcharte
por eso he aprendido a ver felicidad en una ensalada de aguacate.
Te dije sálvame y lo viste demasiado difícil,
desde entonces beso a mis cojones en las peores crisis.

Recuerdo aquellos que creía amigos y sólo fueron
estaciones de paso, billetes hacia el fracaso placentero.
Repaso los te quieros que dije a quien merecía odio
al menos hoy puedo pasar días entero sobrio.

Te añoro aun estando desnuda a mi lado
tal vez porque antiguas distancias de mí me han alejado.
Yo tampoco soy experto cumpliendo promesas,
pero te prometo que no te prometeré mientras me besas.

Te dije que cambiaría y la verdad es que me pasé,
sería que me habría cargado demasiado el café.
Hoy no puedo decirte nada más tierno,
que okupa en el infierno, ni si quiera tu despedida temo.

Chupa mi veneno como solamente tú sabes.
El precio de alcanzar un trance es de una manera u otra intoxicarte.
Pierdo deseos, pierdo dolor, otro recuerdo voló,
con la dinamita de cada canción, me excita ser cabrón
con quien lo merece, no perdono fácilmente,
esta mente no anda pa’ liendres, te arruino si me vendes.

No os follaré pa' sentirme solo, sois unas cualquieras,
si un día lo hice fue por pasarme demasiado tomando mie***.
Cómo siendo tan guapas podéis ponerme tan poco
antes que comeros el c*** me comería los mocos.

Pero lamento deciros que no me faltan pretendientes
con mil dedos de frente, con inquietudes inteligentes.
El noventa y cinco por ciento de lo que nos rodea son mentiras.
Verás un rastro de mie*** si con ojos como vajillas te giras.

Tuve que romper muchos platos pa' alejarme de cocinas bonitas
que daban grasa y la pintaban como ambrosía.
Ansías de ginebra, le echaré la culpa a los tonos ocres
que consiguen que a todos mis recuerdos muertos invoque.

Si diciembre me posee tan sólo puedo escribirte
déjame con otoño y busca a alguien más simple,
déjame con otoño y olvídame, yo ya sólo puedo
tomarme mi inestabilidad como un juego que debo ganar.
Y de momento no tengo fuerzas para nada más
el poeta soy yo, tú conseguirás mirar menos atrás.