El marfil en su elefante

LETRA

El marfil en su elefante

Para qué voy a decir lo que ya tantos saben en esta canción quiero cantarte a ti.
Tu corazón es tan grande y generoso como el de las niñas o el de las abejas,
como el de los colibríes que solo viven del polen.

Tienes en el pensamiento un viento junto a un árbol donde un fruto crece cada noche,
y tu voluntad es tal que lo repartes con el tacto de tus manos como ramas
que hacen que tiemble mi cuerpo cada vez que a ti me acerco.

Entonces cómo no te voy a amar, si eres una mujeraza
libre estudiosa y además, madre mía ¡cómo bailas!
Tanto me gustas por dentro que tu cuerpo y tu mirada,
para mi son como el cielo y el marfil en su elefante.

Para qué decir de nuevo lo que tantos saben cuando casi todo mundo se hace el leso.
Sabes, lo imposible hoy es para mi concebir que no me quieras mas,
ríanse no mas los cabros; pero yo voy a explicarlo.
Todo lo que uno sangra lo que uno canta
lo que uno sufre por hacer de su vida un buen mensaje una acción y un homenaje,
es sembrar mas esperanzas para que vivir sea cada vez mas una alegría,
pero todo eso de qué sirve sin tener un amor con quien compartirlo
en cada ventanas y puente y almuerzo de cada día.

Yo se que por mi yo soy feliz, por que sirvo para algo
si por ello vienen tras de mi,
pues yo seguiré cantando pues yo seguiré soñando un romántico sereno,
que quiere vivir luchando por la causa de tu pelo.

Porque tu, Cofasinú, sabes mi admiración por cómo intentas mejorarte día tras día,
para así saber llevar mejor todos los dramas de esta realidad enferma que nos dan a martillazos, a lumazo y costalazo.
Sueño cuando sea ese mundo que seguimos practicando hasta construirlo,
seguirás siendo mujer, seguiré siendo hombre y entre tanta candidata yo solo tengo dos ojos y te los sigo ofreciendo.

Porque cómo no te voy a amar, si eres una mujeraza
libre estudiosa y además, madre mía ¡cómo bailas!.
Tanto me gustas por dentro que tu cuerpo y tu mirada
para mi son como el cielo y el marfil en su elefante.

Yo quisiera ese futuro que tras tanto dar me invites a tu lado a tomar un mate,
y reír y conversar como siempre caminando por aquí y allá y que me des muchos besos (y algo que aquí me reservo).
Ven a verme un día o noche de estas tu sabes muy bien que siempre te estoy esperando.