El rey moro

LETRA

El rey moro

El rey moro tenía un hijo más hermoso que la plata,
que a la edad de 15 años se enamoró de su hermana,
que a la edad de 15 años se enamoró de su hermana.

En lo que no podía ser cayó el morito en la cama,
con un dolor de cabeza y una calentura mala,
con un dolor de cabeza y una calentura mala.

Ya sube su padre a verlo, le pregunta qué le pasa,
¿Qué tienes hijo querido, hijo de las mis entrañas?
¿Qué tienes hijo querido, hijo de las mis entrañas?

Tengo una calenturita que me está partiendo el alma.
¿Quieres que te mate un ave de las que andan por la casa?
¿Quieres que te mate un ave de las que andan por la casa?

Padre, yo no quiero ave, padre, yo no quiero nada,
quiero una taza de caldo que me la suba mi hermana,
quiero una taza de caldo que me la suba mi hermana.

Quiero que suba ella sola, que no suba acompañada,
que si acompañada sube soy capaz de devorarla,
que si acompañada sube soy capaz de devorarla.

Ya sube las escaleras con el traje de verano,
con la tacita de caldo para dársela a su hermano,
con la tacita de caldo para dársela a su hermano.

¿Qué tienes hermano mío, hermano de mis entrañas?
Los tus amores maldita que me están partiendo el alma,
los tus amores maldita que me están partiendo el alma.

La agarró de la cintura, la tiró encima la cama,
por Dios te pido hermanito que mires que soy tu hermana,
por Dios te pido hermnito que mires que soy tu hermana.

Si eres mi hermana, que seas, no haber nacido tan guapa.
Hizo de ella lo que quiso y hasta la escupió en la cara,
hizo de ella lo que quiso y hasta la escupió en la cara.

Del cielo te caiga un rayo, ya que en la tierra no haya.
No acababa de decirlo y el ruido ya sonaba,
no acababa de decirlo y el ruido ya sonaba.

Si me muero que me entierren, no me entierren en sagrado,
me entierren en un 'prao' verde donde no paste el ganado.
Me entierren en un 'prao' verde donde no paste el ganado.

De cabecera me pongan la silla de mi caballo
con un letrero que diga: Aquí murió un condenado.
Con un letrero que diga: Aquí murió un condenado.

No murió de calentura, ni tampoco del costado,
que murió de mal de amores, que es un mal desesperado,
que muriño de mal de amores, que es un mal desesperado.