Cayó en la trampa

LETRA

Cayó en la trampa

- De nuevo, Negra Linares,
le toca a nuestros cantares,
entre arpa, cuatro y maracas,
el contrapunteo aquel
que a usted le dio a conocer
hasta el Cajón de Arauca.
Todavía le dan aplausos
el río corriente y remansos,
remolinos y resacas,
y ruegan que no me deje
como perico en estaca.

- Caracho, Jorge Guerrero,
mi colega y buen coplero
que con sentimiento canta,
le estoy muy agradecida,
porque usted le dio a mi vida
una vitola muy grata.
Pero por eso y mi fama
jamás piense que esta dama
va a meter en su canasta:
conmigo le saldrá siempre
el tiro por la culata.

- Princesa, cuando te enojas,
mi cariño más se antoja
en conquistarte, chamaca,
y veo clarito en tu cara
que tus ojos de parapara
me sabanean y me atacan;
tragas hueso sin parar
y se te ve en la quijada
como el que tabaco masca:
pareciera que de golpe
el respiro se te tranca.

- Se me baja de esa nube,
mire que el que mucho sube
la caída no la aguanta.
Yo ahorita no ando buscando
flojos para estar engordando
ni toros para mis mautas.
Una vez lo rechacé,
y lo vuelvo a hacer otra vez,
negro torpe, harto de pasta,
comprenda que no es el burro
que me come las batatas.

- Negra, no te hagas la dura,
mire que con la bravura
la esperanza se machaca.
Yo tanto que la amo a usted
y lo dejaré de hacer
cuando caiga en la juraca.
El jalón de su ternura
siento que con gran locura
el corazón me lo arranca
y me tumba completico
en los deseos de su hamaca.

- A todo aquel que es lengua larga
lo probable es que le caigan en
la boca garrapatas.
Te las da de tío conejo
y buitre comepellejo,
pero a mí no me encaratas.
Tu presencia me fastidia,
respiras pura desidia,
tu mente es negra y nefasta:
yo creo que para un demonio
sólo el trinchete le falta.

- Tan sólo porque me gustas,
me reprochas y me insultas,
mi tierna flor de albahaca.
De lo malo no provengo,
querer endiablado sí tengo
para entregarte por sacas.
Que he de verte más hermosa
allá en mi finca en Elorza,
pateando en una potranca,
con dolencias en la vista
contando miles de vacas.

- Dolencia a usted le va a dar
cuando le logre pegar
en ese pescuezo un asta.
Por prosisto y por hembrero
le va a pasar a Guerrero
como el que aturde y no mata.
Se bota hablando de yeguas,
caballos, ganados y leguas,
carros y abundante plata:
explíqueme por qué entonces
carga una sola alpargata.

- Negra, la vine a buscar
y me la voy a llevar,
así sea en una butaca.
La está esperando un futuro
próspero, alegre y seguro
junto a mi costilla franca.
Decídete, mi negrita,
ya la remonta está lista
para llevarte en el anca,
que estás más apetitosa
que empanadas con guasacaca.

- Elorzano, sano, sano,
hombre criollito del llano,
de calzón, sombrero y manta:
si en verdad le gusto tanto,
vámonos antes de que cambie.
Oiga mi expresión sensata:
conmigo voy a llevarme
mis abuelos, mis dos padres
y, por supuesto, mis taitas,
y a mis diez sobrinos gordos
que comen y no se hartan.