Es algo bastante habitual ver a personas en el gimnasio o corriendo con los cascos puestos. Y es que la música puede ser una gran aliada para nuestros entrenamientos. Aunque parezca algo que es cuestión de preferencias, lo cierto es que escuchar música mientras entrenas reporta grandes beneficios. Hablemos pues de las ventajas y también de qué música escuchar.
Beneficios de la música
Diversos estudios demuestran que escuchar música distrae a los deportistas de la 'consciencia del cuerpo', es decir, del dolor que sienten al llevar su cuerpo hasta los límites.
– Impulsa tu entrenamiento. La música aumenta la motivación hasta límites insospechados: algunos estudios sostienen que es capaz de incrementar nuestro rendimiento hasta un 15 %. Cuando escuchamos canciones que nos gustan, que nos transmiten recuerdos agradables, hace que nos transportemos y dejemos de pensar en el ahora. Esto hace, que los entrenamientos sean mucho más entretenidos y nos cueste menos soportar el esfuerzo físico.
– Una canción movida puede ayudarnos a mantener el ritmo del ejercicio. El ritmo de la música estimula el área motora del cerebro cuando nos tenemos que mover. Optar por canciones con un ritmo rápido, como el pop, el rock, etc hace que inconscientemente aumentemos la velocidad.
– La música tiene el poder de cambiar nuestros estados de ánimo. Independientemente del tiempo que llevemos ejercitándonos, la música ayuda a escapar de la negatividad y te da la energía para continuar adelante y entrenar al máximo de nuestras posibilidades.
– Hace que queramos movernos. Cuando está sonando una canción no queremos aminorar el ritmo, nuestro cerebro se emociona y nos induce a movernos.
– No escuchamos nuestra respiración. Puede parecer una tontería, pero le ocurre a muchas personas. Cuando estamos corriendo en la calle o el gimnasio sin música escuchamos nuestra respiración. Notamos como aumenta nuestra frecuencia cardiaca y esto hace que nos cansemos antes.
La música como preparación mental para el esfuerzo
En un gimnasio, la música es una verdadera necesidad. Con la música adecuada, nuestros entrenamientos pueden pasar de ser 'decentes' o 'aceptables'... a 'monstruosos'. Escuchar música puede marcar una gran diferencia.
Cada vez es mayor el número de psicólogos deportivos que recomienda la audición de música como una parte importante en la preparación mental de los deportistas en los momentos previos de la competición.
Para determinar lo que deberíamos escuchar debemos centrarnos en nuestras metas. Si nuestro objetivo es mejorar el rendimiento, aguantar más y hacerlo a mejor ritmo deberíamos elaborar una ‘playlist’ más animada y ‘fiestera’. Así, optaríamos por canciones conocidas, movidas, que nos inviten a movernos y que nos motiven. El pop, las canciones latinas, el rock conseguirán que nuestro rendimiento sea mucho mejor. Para los más valientes, el house, el techno o el hard techno pueden resultar adecuados.
Sin embargo, si optamos por deportes como el yoga o pilates que son más relajados en movimiento y con más esfuerzo mental, las canciones lentas, incluso sin letra con un ritmo relajante pueden conseguir que rindamos mucho mejor haciendo esos ejercicios.
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Alan WalkerCodeko