El insomnio es uno de los males más extendidos de la vida moderna, afectando a millones de personas en todo el mundo. Tanto la falta de sueño como los hábitos de sueño perjudiciales pueden afectar a largo plazo a nuestra salud con consecuencias tales como: cansancio, malestar, fatiga, pérdida de atención y, en los casos más graves, depresión.
Científicos, neurólogos y especialistas en medicina del sueño han demostrado en diversos estudios que aquellos individuos que no descansen adecuadamente o durante el tiempo suficiente ven disminuidas considerablemente sus capacidades tanto físicas como mentales porque su organismo no ha tenido tiempo material para recuperar las energías perdidas a lo largo de la jornada.
Escuchar música antes de acostarnos ayudará a mejorar nuestro estado y a tomar contacto con partes de nuestro cuerpo que de otro modo pasarían desapercibidas. El descanso y la relajación resultan vitales a la hora de prevenir enfermedades y, en general, para mejorar nuestra capacidad de atención y nuestro rendimiento.
La música relajante como solución
La música relajante puede convertirse en una excelente solución para combatir el insomnio; diversos estudios apoyan esta tesis. Las melodías de ritmos tranquilos generan un efecto de distracción mental que induce un estado de calma. Según los expertos esto provoca cambios a nivel físico como la disminución de nuestro ritmo cardíaco y respiratorio.
Los instrumentos de viento, por ejemplo, sirven para generar ambientes armónicos que ayuden a relajar nuestro cerebro. Por ello la audición de pistas instrumentales en las que predominen los instrumentos de viento se constituye como una fantástica alternativa para nuestros fines.
La música y los sonidos de la naturaleza pueden hacernos sentir como si estuviéramos dentro un bosque, al lado de una catarata o en una tranquila playa, estimulando un aumento en la producción de hormonas de serotonina en nuestro organismo. La serotonina es conocida como la ‘hormona de la felicidad’ por su capacidad para regular nuestro humor y capacidad de concentración. Solo hace falta que te relajes y este tipo de sonidos harán que te adormezcas fácilmente.
La música tiene la capacidad de inducirnos un estado de sueño mucho más profundo de lo normal, aumentando la calidad del sueño. Incluso la audición de música a volumen moderado durante el sueño reduce los niveles de estrés, mejorando el funcionamiento del cerebro.
La música clásica también es una excelente herramienta contra el insomnio. El neurocientífico japonés Takuro Endo afirma que las pistas ideales para conciliar el sueño son el Concierto n.º 1 de piano de Tchaikovsky o Nocturne, de Chopin.
Ten en cuenta que estos beneficios de la música no ocurren de un día para otro sino que es necesario crear un hábito para que nuestro organismo comience a desarrollarlos. En unas tres semanas deberías de empezar a notar mejoría...
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Concierto n.º 1 de piano de TchaikovskyNocturne de Chopin