ANÁLISIS | SIGNIFICADO
En 'Everything Is Never Enough' de Goldfrapp nos sumergimos en un mundo surrealista y vibrante, donde las montañas tienen ojos y escuchan en un calor blanco, mientras nuestra ciudad yace envuelta en mentiras. Bajo un sol interminable y en sueños impecables, nos perdemos en un páramo de deseos no cumplidos. Sentimos la intensidad de estar en llamas, consumiendo estrellas y sintiendo que todo, absolutamente todo, nunca es suficiente.
Vivimos como si no hubiera un mañana, existiendo en un presente que se siente como futuro pasado. Nos enfrentamos a un extraño neón perfecto e insaciable, donde todo el dinero del mundo no es suficiente. Observamos la naturaleza a través de una pantalla de protector de pantalla, inmersos en el vacío de un páramo.
Nos damos cuenta de que, sin importar cuánto obtengamos o persigamos, la sensación de que todo es insuficiente nunca nos abandona. Nos vemos viviendo sin pensar en el mañana, en un estado constante de aquí y ahora, en un tiempo que parece estar atrapado entre lo que fue y lo que vendrá.
Y mientras nos repetimos una y otra vez que nunca es suficiente, nos sumergimos en un caleidoscopio de imágenes y sonidos, envueltos en la exuberancia de un presente fugaz y eterno. Nunca es suficiente, nunca es suficiente, resuena en nuestros oídos como un mantra hipnótico que nos recuerda que, en última instancia, somos seres eternamente insaciables en busca de algo más, incluso cuando ya lo tenemos todo.