ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Un maestro alguna vez me dijo que la vida era solo una lista de desilusiones y derrotas, y que solo podías hacer lo mejor que pudieras. Yo le respondí que era una excusa cobarde, que estaba acabado y cansado, y que cuando llegara a su edad, no sería tan cobarde. Pero ahora me encuentro en casa, gritándole a mi televisor, y el Punk Rock no cumplió con mis expectativas. Todas las cosas en las que creía con todo mi corazón cuando era joven ahora son simples posavasos para cervezas y superficies limpias para drogas, guardadas junto a mis folletos y biblias en el fondo del estante.
Fue bastante malo el sentimiento la primera vez que te das cuenta de que tus padres han dejado que el mundo se vaya al demonio, que los valores e ideales por los que muchos habían luchado y muerto habían sido aniquilados en comités y abandonados a su suerte en el olvido. Pero fue peor cuando nos volvimos hacia los jóvenes de la izquierda y volvimos a ser decepcionados por alguna pobre excusa de protesta, por idiotas hippies en 50 facciones diferentes enredados en alguna especie de recreación de batalla de los años 60. Colgué mi bandera con disgusto y me dirigí hacia la puerta.
Pero una vez fuimos jóvenes, y éramos lo suficientemente impulsivos como para preocuparnos, pero supongo que se vive y se aprende, no volveremos a cometer ese error. Pero tal vez solo por un día podríamos luchar y podríamos ganar, y si solo por un corto tiempo pudiéramos insistir en lo imposible.
Después de varias horas de bebida, voy a decir lo que todos están pensando. si estamos atrapados en este barco y se está hundiendo, entonces podríamos muy bien tener un desfile. Porque si todavía va a doler por la mañana y aún no se ha formado un plan mejor, ¿dónde está el daño en pasar una noche enarbolando viejas barricadas?
Así que vamos, viejos amigos, a las calles, seamos como en 1905, pero no en 1917. Seamos héroes, seamos mártires, seamos pensadores radicales que nunca tengan que probar el más mínimo de sus sueños. Dividamos el mundo entre los condenados y los salvados, y luego cabalguemos hacia el valle como la vieja Brigada Ligera. Rectifiquemos nuestros errores y no temamos, y celebrarán nuestras muertes con un desfile nacional.
Entonces vamos, seamos jóvenes, seamos lo suficientemente impulsivos como para preocuparnos, rehusémonos a vivir y aprender, cometamos todos nuestros errores nuevamente, sí. Y entonces, cariño, solo por un día, sí, podemos luchar y podemos ganar, y si solo por un corto tiempo, podríamos insistir en lo imposible. Dejemos el duelo para la mañana. Sí, el dolor puede ser controlado con tabletas de aspirina y vitaminas, pero los recuerdos de esperanza y gloriosas derrotas son un poco más difíciles de vencer.