La Ramona
Fernando EstesoANÁLISIS | SIGNIFICADO
En un encantador pueblito se encuentra Ramona, una mujer de imponente presencia. Su figura es tan robusta que parece tener un globo por cabeza y piernas como sólidas columnas. Sus curvas generosas y su trasero redondo son incomparables, y su cuerpo es tan grande que tiembla el suelo al acostarse. A pesar de su tamaño imponente, Ramona es dueña de dos cántaros por pechos y brazos más anchos que un cuerpo entero.
La comunidad ha adaptado su entorno para la incomparable Ramona: con una cama reforzada con vigas de hierro y una silla con catorce patas para soportar su peso. Incluso en el retrato de un artista, su voluminosa figura desborda el lienzo. Viste un llamativo vestido rojo de terciopelo con capas de volantes, digno de un torero angelical.
Ramona huye con el hijo del cartero en un velero, ya que no cabía en un tren. Sin embargo, el exceso de peso provoca un naufragio. Desesperada, intenta salvarse a nado, pero es salvada por balleneros que la confunden con una ballena. Mientras tanto, el hijo del cartero llora su triste pérdida en la orilla, al darse cuenta de que su amada Ramona se ha ido por su exagerada corpulencia.
En resumen, Ramona es un ser imponente, un pedazo de carne con ojos que despierta diferentes emociones en quienes la rodean. Su extravagante historia nos invita a reflexionar sobre la importancia de calcular adecuadamente el peso, tanto físico como emocional, en nuestras decisiones y relaciones. Ay, Ramona...