La Serpiente y La Luna

ANÁLISIS | SIGNIFICADO

En esta hermosa canción de Estopa titulada 'La Serpiente y La Luna', nos sumergimos en un relato poético y místico que nos transporta a un desierto mágico donde una serpiente perdida busca su camino, huyendo de la gente y con un rumbo incierto. En medio de este escenario árido, la serpiente se ve sorpresivamente ante la presencia de la luna, con su cara de enfado y mirada misteriosa, cantándole una nana que resuena en lo más profundo de su ser.

La luna, en un giro inesperado, cae por error ante la serpiente, desatando una conexión entre lo maldito, lo bendito y lo puro. La serpiente entonces surca el cielo azul, encontrando su lado oscuro y adentrándose en una noche que cae como un imán desde lo más alto. A partir de este encuentro cósmico, el desierto se convierte en un escenario sagrado donde se despliegan enseñanzas y revelaciones.

En esta danza entre la serpiente y la luna, se entrelazan la fuerza telúrica y la magia celestial, representadas por la serpiente que se desliza y silba sobre el suelo, liberando sus ataduras como quien deja caer un pañuelo. La luna, testigo de cuantas noches ha contemplado, despliega su mejor sonrisa con la serpiente enroscada a su alrededor, creando una imagen de complicidad y misterio.

A lo largo de la canción, se nos invita a reflexionar sobre la dualidad entre la luz y la sombra, lo divino y lo terrenal, y la importancia de abrazar todas nuestras facetas para alcanzar la plenitud. La serpiente y la luna, símbolos de fuerza y belleza, nos guían en un viaje emocional y espiritual donde la noche se convierte en un lienzo para la contemplación y la introspección.

En definitiva, 'La Serpiente y La Luna' nos invita a adentrarnos en un universo de simbolismos y metáforas, donde la música y la poesía se fusionan para exaltar la magia de la vida y la eterna danza entre la luz y la oscuridad. Una canción que nos invita a reflexionar sobre nuestro propio viaje interior y la conexión con lo sagrado que habita en cada uno de nosotros. ¡Ay, la luna! ¡Ay, la luna!