ANÁLISIS | SIGNIFICADO
Las tristes voces resuenan, recordando a una niña que ya no está. Una amarga mañana marcada por la ausencia de la querida hija. El padre despierta, recordando la última noche que parecía una primavera interminable. Mientras el agua clara fluye en su mente, vislumbra a una violinista en el campo, acompañada por un niño triste.
El padre ruega al destino, preguntando si podría llevarse a alguien más en su lugar. El sol brilla con intensidad, el aire está puro, y una ilusión convierte el rojo en verde. La violinista ve la luz, su rostro pálido, su cuerpo destrozado, su belleza desvanecida. La muerte murmura su lamento, diciendo que está solo y aún esperando.
El pobre violinista en el campo se sincera, admitiendo su falla por primera vez. ¿Sería bonito...? Tomar mi mano, dice, y todo el dolor desaparecerá. Un canto a la tristeza, a la pérdida, a la esperanza de un consuelo en medio del desamparo. Un cuadro de emociones melancólicas, envuelto en la melodía de un violín en el campo.